Obligados cambios a Ley del Trabajo por Convenio 98, fin a sindicatos charros y Gómez Urrutia enarbola

Artículo de opinión de Alberto Aguilar en Milenio Diario

AYER COMO SE esperaba, el Senado aprobó en fast track la adhesión de México al Convenio 98 de la OIT, relativa al derecho de sindicación y contratación colectiva con 78 votos a favor, cero abstenciones y cero en contra.

El impulsor fue Napoleón Gómez Urrutia, quien esta semana será designado presidente de la Comisión del Trabajo. Dijo que México tiene una deuda histórica con la clase trabajadora y que se inició un proceso para reconstruir el mundo del trabajo.

Morena hizo buena su mayoría para sacar la iniciativa sin la evaluación en comisiones, y más allá de la ausencia del PAN que optó por abandonar la sesión.

La ratificación del Convenio 98, que data de 1949, va en el sentido correcto de una economía que se ha modernizado. Ya no encaja el sindicalismo monopólico, desapegado de las bases que propició el PRI.

En las últimas negociaciones comerciales de Economía de Ildefonso Guajardo –TPP y el acuerdo con EU–, ese corporativismo se ha cuestionado al contener los salarios.

De ahí los compromisos de libre asociación, libre contratación colectiva, justicia laboral independiente, salarios mínimos justos, etcétera.

El Convenio 98 de la OIT, que dirige Guy Rayder, y al que están adscritos muchos países europeos y Canadá que se sumó en 2017 (EU está ausente), tiene efectos vinculantes.

Frente a ello los sindicatos mexicanos deberán cambiar, especialmente aquellos que exigen al trabajador su afiliación para mantener el empleo.

Conforme al artículo 1º del convenio, los trabajadores “deben gozar de adecuada protección contra todo acto discriminatorio” que menoscabe la libertad sindical.

Igualmente en el artículo 2º se prohíbe la constitución de agrupaciones de trabajadores que sean dominadas por empleadores o que las sostengan económicamente.

En otras palabras, las empresas ya no podrán participar en la formación de sindicatos, ni sufragar las cuotas.

En el artículo 3º se habla de crear organizaciones que garanticen el respecto a la sindicación, y en el 4º de adoptar las medidas para fomentar entre empresas y sindicatos procedimientos de negociación voluntaria vía contratos colectivos que preserven el trabajo.

Oscar de la Vega, de la firma legal De la Vega & Martínez Rojas, hace ver que los sindicatos tendrán que reinventarse para hacer buena la afiliación. No será fácil, especialmente frente al desinterés de los millennials.

En Europa, explicó, en aquellos países que han ratificado el Convenio 98 ha caído el porcentaje de sindicación: en Francia ya solo está en 11%, Alemania 18%, España 19%, GB 26%.

También tendrá que modificarse la concepción del derecho de huelga como la conocemos. En países desarrollados este acto puede durar 2 o 3 horas y solo cesar la producción sin bloquear el acceso a instalaciones.

Estimó que antes de ratificar el Convenio 98, el congreso debió enmendar el artículo 395 de la Ley Federal del Trabajo que está en contradicción con el derecho de asociación. También para ser congruentes hay que ajustar el 469 relativo a la huelga.

Como quiera este es un primer escalón para cerrar al paso a los “sindicatos charros” que tanto han perjudicado al trabajador.

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ASÍ COMO EN BANXICO de Alejandro Díaz de León ya comenzaron las jubilaciones anticipadas para eludir el ajuste salarial de Andrés Manuel López Obrador, le confirmo que en SHCP, que lleva José Antonio González Anaya, está por iniciar un proceso de renuncias masivas. Funcionarios de alto nivel buscan ya derroteros en la IP. El asunto se hará particularmente doloroso en las áreas técnicas, donde se abrirán huecos importantes. Desde el 2000, cuando inició la alternancia con el triunfo de Vicente Fox, no se había visto nada igual. También con Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto se respetó la estructura tanto en la SHCP como en BANXICO, soporte de la estabilidad que ha logrado México en los últimos 18 años. Así que alerta máxima frente a un expediente muy relevante.

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FÍJESE QUE EL proyecto de Santa Lucía, que empuja Javier Jiménez Espriú, ni siquiera cuenta con los estudios de impacto ambiental y no está garantizado que los obtenga. El mismo que fue elaborado por José María Riobóotampoco contempla los costos que implicará la reubicación de la base aérea militar. Hay 3 mil familias que deberán ser removidas y no hay una ubicación potencial para sustituir esa terminal que es estratégica en los planes de emergencia DN-III de SEDENA, que encabeza Salvador Cienfuegos. Santa Lucía está a una distancia de 62 kilómetros desde la Fuente de Petróleos. Llegar ahí puede significar hasta 2 horas y media. Agilizar los tiempos implicará grandes inversiones en infraestructura. Estas, que son millonarias, no se visualizan en el documento que recibió AMLO. Por si fuera poco igualmente hay el riesgo de no obtener los derechos de vía necesarios. O sea que de todas, todas una mala apuesta.

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EL 26 DE septiembre Telmex, que lleva Héctor Slim Seade, arrancará el foro “Seguridad Cibernética”, al que asistirán expertos del sector financiero y clientes de altos vuelos. Fue invitado Marc Goodman, autor del libro Crímenes del Futuro, y Shachar Levy, mandamás de Sygnia, firma israelí especialista en estrategias de ciberseguridad. Las amenazas de este tipo han crecido entre 20% y 30% en el país. A nivel global, el costo promedio de cada ataque es de 11.7 millones de dólares.

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